El cáncer como la mayoría de las enfermedades crónicas tiene un origen multicausal, algunos estilos de vida, factores ambientales, laborales y los determinantes sociales juegan un papel fundamental en la salud o en  la enfermedad de los individuos, por todo ello y para mejorar la salud de la población es muy importante tener en cuenta las estrategias de prevención que se basan en disminuir los factores de riesgo.

Estas estrategias se basan en la prevención primaria, por un lado, y secundaria por otro.

Prevención primaria: esta debe permitir la identificación y el aislamiento de aquellos factores , que si evitamos o reducimos, impiden que la enfermedad se desarrolle.

Se podría decir que hay tres factores principales de riesgo: el tabaco, una mala alimentación y la falta de actividad física, son los que llevan a la población a que desarrollen enfermedades cardiovasculares, diabetes de tipo 2 y cáncer que son la causa del 50% de las muertes en todo el mundo.

El tabaco es un factor esencial en los cánceres de esófago, de laringe,de cavidad bucal y como no , de pulmón, entre un 80 y un 90% están vinculados al efecto del tabaco solo o junto con el alcohol.

El consumo de alcohol está relacionado con el riesgo de cáncer de la cavidad oral, faringe, laringe, esófago, hígado, colorrectal y mama. Su consumo también se asocia con el riesgo de cáncer primario de hígado, probablemente a través del desarrollo de la cirrosis hepática. El aumento de cáncer colorrectal también puede estar relacionado con la cantidad de alcohol consumido.

Por otra parte un 30% de las muertes por cáncer se asocian con una mala alimentación y nutrición. Varios estudios indican que existe un efecto protector de un mayor consumo de verduras y frutas en el riesgo de una amplia variedad de cánceres. Las carnes rojas y las que son tratadas para su conservación, son causas probables de algunos cánceres, sin embargo, los cereales con alto contendido en fibra y cereales en grano, al igual que las frutas y verduras se asocian con un menor riesgo de cáncer colorrectal y del aparato digestivo.

La actividad física se puede realizar durante nuestro tiempo libre involucrándonos en diferentes actividades deportivas al aire libre o en espacio cerrados especializados, pero también podemos aumentar la actividad física durante la vida cotidiana, cambiando nuestros hábitos de transporte por ir andando o en bicicleta a la hora de desplazarnos.

Prevención secundaria: se desconocen muchos de los factores que pueden influir en la aparición del cáncer,los se conocen como la edad o antecedentes familiares, no se pueden evitar, por ello surge la necesidad de diagnosticar el cáncer lo antes posible para poder evitar su desarrollo y la curación de este.

Tras estés estudios la OMS nos da 12 recomendaciones para poder evitar esta enfermedad:

No fumar.

– Mantener el espacio laboral y la casa sin humo de tabaco.

– Controlar nuestro peso.

– Llevar una vida físicamente activa y limitar el tiempo que pasamos sentados.

– Llevar una dieta adecuada, rica en cereal, legumbres, verduras y frutas. Hay

  que reducir el consumo de calorías, grasas y azúcares, limitar el consumo de carne

  roja y de alimentos ricos en sal.

– Reducir el consumo de alcohol si se bebe.

– Cuidado con el sol, especialmente los niños empleando protección solar alta.

– Protegerse contra sustancias cancerígenas en el trabajo.

– Controlar el nivel de radiación en el hogar.

– Para las mujeres , la lactancia materna reduce el riesgo del cáncer de mama.

– Vacunar a los niños contra la hepatitis B y contra el virus dl papiloma humano , para

  la niñas.

– Hacer revisiones para detectar el cáncer de colón en hombres y mujeres y cáncer de

  mama y de útero en mujeres.

 

Elsa Gómez Villarino

Auxiliar de farmacia